jueves, 23 de abril de 2009







Rosalia de Castro


Rosalía de Castro nació el 24 de febrero de 1837 en una casa situada a la derecha del Camino Nuevo, antigua vía de entrada en Compostela para los viajeros procedentes de Pontevedra. Fue bautizada la niña, pocas horas después de su nacimiento, en la Capilla del Hospital Real, con los nombres de María Resalía Rita, y como hija de padres incógnitos.
Niñez y mocedad.
Nada en concreto sabemos de la educación de Rosalía, que en la escuela primaria mostró ya aptitudes para verificar; Cultivaba estas dos actividades artísticas, el dibujo y la música. Era aficionada a la declamación, ya que en 1854 interpretó el papel principal del drama Rosmunda, de Gil y Zárate, en el Liceo de la Juventud; y en el 1860, ya casada, participó en una función dramática a beneficio de los heridos en la campaña de Africa, también en Santiago. En ambas ocasiones alcanzó éxito extraordinario.
Matrimonio.
Rosalía de Castro contrajo matrimonio con Manuel Martínez Murgía el 10 de octubre de 1858,en la iglesia parroquial de San Ildefonso. Al año siguiente Rosalía da luz a su primera hija, Alejandra, a la que han de seguir seis hijos más. El domicilio del matrimonio cambio muchas veces. La vida de Rosalía se desenvuelve entre Madrid y Simancas, donde escribió la mayoría de las composiciones de Follas novas.
Muerte.
Rosalía nunca disfrutó de una buena salud. Ya de joven parecía predestinada a una muerte temprana. Su vida estuvo seriamente amenazada a raíz de su matrimonio. Luchando siempre con la enfermedad a menudo con la penuria, muchas veces con los perjuicios, las incomprensiones y las injusticias de la sociedad que le rodeaba, vivió consagrada a su hogar a sus hijos y a su marido, sin aspirar a ninguna gloria recluida plenamente en la vida privada. Durante dos años la consumió el cáncer y luego de tres días de agonía falleció (15 de julio de 1885).
LA OBRA
Iniciación.
Compuso sus primeros versos a la edad de 12 años. La Rosalía que a los 17 años era figura destacada en la sociedad literaria del "Liceo de la Juventud", se impregnó del ambiente romántico que entonces reinaba en Santiago. Aurelio Aguirre era el príncipe de aquella juventud soñadora. En su primer libro La Flor, registra huellas de Zorrilla, pues acusa una sinceridad de sentimientos notable, y un sentimiento trágico de la existencia. Al año siguiente de su matrimonio publica La Hija del Mar, una novela romántica, de tendencia folletinesca, cuya acción se sitúa en tierras de Muxía. Flavio, es también una narración romántica, pero la acción folletinesca es sustituida por el interés sociológico, los personajes principales están, dentro de su idealización, caracterizados con relieve, y hay una carga de pasión poderosa que revela una fuerza creadora de indudable autenticidad.
Madurez.
Dentro del mismo género, consideramos más interesantes entre sus obras: Ruinas y El Caballero de las Botas Azules.
Ruinas es un cuadro de costumbres, centrado alrededor de tres tipos humanos, tres habitantes de una pequeña villa, ejemplares por sus valores espirituales, que se sobreponen a su decadencia social. El estilo es llano, humor cordial, desengranado y generoso, agudamente satírico, se cierne sobre todo el relato.
El caballero de las botas azules, fantasía satírica. Confluyen elementos de dos campos, por una parte, la libre imaginación y por otra, la sátira realista de costumbres. Para poner la ridiculez, la hipocresía, la locura y la ignorancia que reinaba en la sociedad. Presenta un afán por castigar a las gentes de irresponsables y necias.
Follas novas, es el título de su último libro que contiene su ontología, su metafísica, no hay en ellos la menor intención didáctica, ni ningún propósito filosófico. Rosalía desahoga su corazón en estos poemas que revelan una visión sombría de la existencia humana. Pero su sinceridad, testimonio de vivencias no enturbiadas en su comunicación por ganga de inhibiciones o perjuicios. En este sentido son registros de una visión de la vida de gran autenticidad.
En los Cantares, Rosalía asume la voz del pueblo gallego. Su obra maestra en castellano es, En las orillas del Sar, versos de tono íntimo, de extraña penetración, cargados de nocturna belleza. Otras piezas de literatura rosaliana son poesías sueltas, cuadros breves de costumbres, artículos de revistas y un cuento en gallego.

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